Estamos agradecidas por el Curso de renovación que se nos ha facilitado. Ha sido un tiempo intenso de apertura a la vida y a su realidad cotidiana. Un tiempo propicio para reorientar nuestro ser y nuestro caminar en esta etapa de la vida.
Ahora que ya todo ha pasado y volvemos a nuestras comunidades, queremos dar las gracias a la comunidad de la Casa General por su acogida, ayuda y colaboración. Nos han facilitado una estancia muy agradable, el sentirnos realmente en casa, con un sinfín de detalles.
Ha sido una experiencia gratificante que con nuestras palabras y vida queremos trasmitir.
Agradecemos al Señor que se ha manifestado en este tiempo, a la Congregación y a nuestras respectivas comunidades que nos lo han posibilitado.
Hoy las 4, podemos exclamar al unísono:
“El Señor ha estado grande con nosotras y estamos alegres”
Gracias.