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Un paso más. Una ratificación del deseo de caminar tras las huellas del Señor. Eso es lo que ha celebrado hoy nuestra hermana Bertila en una emotiva celebración.

Acompañada por las hermanas de la comunidad de Daimiel, de la que forma parte y donde comparte la vida, ha renovado sus votos de castidad, obediencia y pobreza según las constituciones de nuestro Instituto.

Nos unimos todos a su acción de gracias, a su anhelo de vivir con autenticidad su consagración religiosa y le pedimos a María que la siga alentando y cuidando en este camino.